Servicio de estudios: Colaboraciones
12-10-2008

Importante diferencia

En septiembre, la Reserva Federal acudió al rescate de la mayor aseguradora del mundo: AIG. Esta entidad, presente en más de 130 países de América, Europa y Asia, es una compleja suma de sociedades, la mayor aseguradora comercial e industrial de Estados Unidos, una de las mayores de seguros de vida y pensiones (un ingente número de americanos tiene allí su plan de jubilación), seguros de leasing de aviones y compañía de reaseguros, dando cobertura a accidentes, catástrofes naturales o ataques terroristas.

¿Qué ha pasado? Tal y como hemos leído, en este conglomerado se incluye una división de productos financieros, en la que una de sus actividades era la cobertura a inversores contra el impago de obligaciones de deuda emitida por bancos de inversión, a través de “CDO” (Collaterized Debt Obligation) y “CDS” (Credit Default Swap). Estos instrumentos, resultado de una sofisticada ingeniería financiera, aparecieron en el mercado hace poco más de diez años.

Esto significa que hay emisiones de obligaciones, bonos, etc. en las que AIG está garantizando que, a través de esos instrumentos financieros (no son un seguro), asume las diferencias en el momento que esas referencias pierdan valor. Ya pueden imaginar lo ocurrido: por este concepto ha reconocido una pérdida de 40.000 millones de dólares. No vamos a hablar aquí de las agencias de calificación crediticia y la rebaja del “rating” de AIG, pero concluimos destacando que la crisis de esta compañía no se ha originado en su actividad aseguradora, lo que implica una gran diferencia con nuestro sector asegurador que no ha “explorado” los mismos mercados.

Carlos Luis Falcón Lambán (cfalcon@ibercaja.es). Ibercaja Mediación de Seguros. Heraldo de Aragón, 12 de octubre de 2008.

A TENER EN CUENTA

Hemos conocido el rescate de AIG. Algunos han podido pensar que si esta compañía aseguradora ha necesitado ayuda, “como estarán las nuestras”. Sin embargo, hay algunas diferencias importantes que restan posibilidades a la ocurrencia de episodios similares en España. Además, al final, siempre tendríamos el Consorcio de Compensación de Seguros.


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