Los seguros avanzan

Iniciaba un artículo allá por el mes de marzo, en esta misma columna, con la frase de Don Hilarión en “La verbena de la Paloma”: “los tiempos avanzan que es una barbaridad”. Entonces, constatamos las novedosas coberturas que, en paralelo al desarrollo de las nuevas tecnologías, se incluían ya en los seguros de hogar. En esta ocasión, creo que merece la pena comentar una innovación reciente en forma de seguro especialmente diseñado para dar cobertura a los directivos y altos cargos empresariales (consejo de administración, administrador, directivos y gerentes) en las decisiones y actuaciones de negocio que diariamente tienen que llevar a cabo.

De acuerdo con la existente “cultura de la reclamación”, cualquier directivo puede ser objeto de una demanda interpuesta por una persona o un colectivo que se sienta perjudicado por una determinada actuación: clientes insatisfechos, accionistas que no están de acuerdo con alguna decisión del Consejo, proveedores que reclaman, empleados y otros acreedores sociales.

Son demandas que pueden llegar a ser personales contra el directivo que tomó la decisión origen de la disputa. Por tanto, llegado el caso, sería su patrimonio personal el que respondiese del coste derivado de la misma. Ésta es la razón de ser de este nuevo seguro: la protección del patrimonio personal del directivo. Además de la correspondiente indemnización, se incluyen los gastos derivados de la defensa civil y penal, constitución de fianzas pecuniarias, etc. Sin duda, interesante fórmula en coyunturas turbulentas.

Aprovecho la ocasión para desear a todos los lectores salud y prosperidad en este 2009 que acabamos de empezar.

Carlos Luis Falcón Lambán (cfalcon@ibercaja.es). Ibercaja Mediación de Seguros. Heraldo de Aragón, 4 de enero de 2009.

A TENER EN CUENTA

El seguro de responsabilidad civil para directivos y altos cargos empresariales constituye un nuevo ejemplo de que “los seguros avanzan que es una barbaridad”. No en vano, se trata de coberturas vivas, en permanente adaptación, para responder puntualmente a las necesidades que van surgiendo en la sociedad.