JORNADA APD E IBERCAJA EN BILBAO: LA INFLACIÓN, LA EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA, LAS TENSIONES GEOPOLÍTICAS Y LA RECONFIGURACIÓN DE LAS CADENAS DE SUMINISTRO, DEBILITARÁN EL CRECIMIENTO EN LOS PRÓXIMOS AÑOS

El impacto en el precio de la energía como consecuencia de la guerra en Ucrania, la persistente inflación, la falta generalizada de suministros o la fragmentación de la economía mundial son algunos de los riesgos sobre los que el FMI nos viene alertando.

En definitiva, un futuro complicado y lleno de incertidumbres que afectará, sin duda, al tejido empresarial. Es por ello que, ahora más que nunca, se impone realizar un análisis profundo y objetivo sobre los posibles escenarios a los que tendremos que enfrentarnos.

Santiago Martínez Morando, jefe de análisis económico y financiero de Ibercaja, ha comenzado su intervención afirmando que se está configurando un nuevo ciclo económico con características distintas a las que tenían los anteriores a la pandemia.La primera gran diferencia es la inflación, que a su vez ha provocado un cambio radical en la orientación de la política monetaria y en las condiciones financieras. También suponen diferencias clave la evolución demográfica mundial, con un estancamiento del porcentaje de población en edad de trabajar; y las tensiones geopolíticas que están provocando una caída del comercio internacional y una reconfiguración de las cadenas de suministro. En este contexto, Martínez espera un ciclo de crecimiento débil en los próximos años, también en España, donde cabe esperar una moderación de la creación de empleo por la escasez de oferta de trabajo y el estrechamiento de los márgenes empresariales.

Tras él, Jorge Dezcallar, embajador de España, ha explicadola aceleración del tempo histórico actual que es consecuencia de la confluencia de tres revoluciones simultaneas (tecnológica, digital y demográfica). Esto se produce, además, en un contexto dominado por crisis globales, como son el calentamiento global, la proliferación nuclear, el terrorismo y ciberterrorismo, las crecientes desigualdades, las pandemias, las grandes migraciones y la Inteligencia Artificial; y por crisis locales como son la invasión rusa de Ucrania, el conflicto de Gaza, con las incertidumbres que lo acompañan, y la persistente tensión sobre Taiwan; sin olvidar otros riesgos potenciales sobre Irán y Corea del Norte.

Según Dezcallar, todo ello hace que el mundo esté cambiando muy deprisa y vayamos a asistir al fin de la era geopolítica que comenzó tras la Segunda Guerra Mundial y se adaptó tras la desaparición de la URSS y la Guerra Fría. Occidente pierde poder, el centro económico del planeta se desplaza hacia el Indo-Pacífico, crece la tensión entre EEUU y China (con las incertidumbres que plantea un posible regreso de Donald Trump a La Casa Blanca) y el Sur Global, animado por China y Rusia, rehúsa tomar partido en la confrontación bipolar y se anuncia mientras reclama otro reparto del poder mundial y nuevas normas para regir su geopolítica.