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SE MODERA LA PERCEPCIÓN GLOBAL DE RIESGOS EN LA ENCUESTA DE COMPETITIVIDAD PARA EL SEGUNDO SEMESTRE ELABORADA POR CEOE ARAGÓN, SU CONSEJO EMPRESARIAL E IBERCAJA
- Las dificultades de contratación y el aumento de los costes laborales, principales preocupaciones de las empresas aragonesas para la segunda mitad del año
La percepción de riesgos de las empresas aragonesas para el segundo semestre del año se ha moderado respecto a la primera mitad del año. Así lo refleja la Encuesta de Competitividad elaborada por CEOE Aragón, su Consejo Empresarial e Ibercaja, contestada por 107 empresas, a las que se pregunta cómo consideran que van a comportarse diversos indicadores y áreas con incidencia económica directa a lo largo de los próximos meses. Enlace a encuesta completa y gráficos en pdf
En esta décima edición de la encuesta, se mantienen como principales riesgos percibidos por las empresas las dificultades en la contratación de fuerza laboral (con un 7,43 sobre 10) y la subida de los costes laborales (6,82), ya destacadas en la encuesta del semestre anterior y que continúan en niveles muy similares. También crece la percepción de riesgos respecto a la negociación colectiva.
Por el contrario, baja notablemente la percepción de riesgos asociados a la evolución de los precios de la energía y las materias primas (del 6,32 del semestre anterior a 4,97) y subidas de tipos de interés (4,37). La preocupación por estos factores, destacada en encuestas anteriores ha perdido peso con su evolución en los últimos meses y la expectativa de que se mantengan estables o, incluso, se reduzcan próximamente.
En cuanto a las prioridades de política económica, se mantiene en la primera posición la mejora de la eficiencia del gasto público (8,14). Las empresas también resaltan en los primeros puestos la simplificación burocrática (7,35). Ambas prioridades afectan directamente al desarrollo de la actividad económica y empresarial.
En línea con la percepción de riesgos, las medidas relacionadas con el mercado laboral se encuentran también a la cabeza de las prioridades reseñadas por las empresas, encabezadas por abordar los problemas de absentismo (7,41), las carencias de mano de obra (7,19) y reducir la imposición y las cotizaciones sociales (6,93). Otras demandas muy señaladas son la promoción de la digitalización y la I+D+i, y el aumento de la seguridad jurídica.
La mayoría de los indicadores de competitividad mejoran tanto para Aragón como para España, con una valoración para el segundo semestre más optimista que la del primero.
Todos los índices de la Comunidad Autónoma son mejores que los de España, destacando el aumento de las valoraciones de la situación global, los precios, la innovación y nuevas tecnologías; incluso el mercado laboral y capital humano, que, no obstante, continúa registrando el resultado menos favorable tanto en Aragón como para el conjunto nacional. Por el contrario, muestran mayor estabilidad la situación de las infraestructuras, la calidad institucional y las condiciones de vida, aunque manteniendo valores claramente por encima de los de España.
Los indicadores de la situación global, y más especialmente el de innovación y nuevas tecnologías, son los que muestran las valoraciones más elevadas y mayores perspectivas de mejora, muy posiblemente vinculadas al esperado impulso de las grandes inversiones tecnológicas anunciadas en la Comunidad Autónoma.
Por último, el indicador sintético de competitividad del segundo semestre ha aumentado hasta el 57,37 sobre 100, tras el descenso registrado en la encuesta anterior, manteniéndose por encima de 7 puntos el diferencial positivo del índice de Aragón respecto al de España.
Por el contrario, baja notablemente la percepción de riesgos asociados a la evolución de los precios de la energía y las materias primas (del 6,32 del semestre anterior a 4,97) y subidas de tipos de interés (4,37). La preocupación por estos factores, destacada en encuestas anteriores ha perdido peso con su evolución en los últimos meses y la expectativa de que se mantengan estables o, incluso, se reduzcan próximamente.
En cuanto a las prioridades de política económica, se mantiene en la primera posición la mejora de la eficiencia del gasto público (8,14). Las empresas también resaltan en los primeros puestos la simplificación burocrática (7,35). Ambas prioridades afectan directamente al desarrollo de la actividad económica y empresarial.
En línea con la percepción de riesgos, las medidas relacionadas con el mercado laboral se encuentran también a la cabeza de las prioridades reseñadas por las empresas, encabezadas por abordar los problemas de absentismo (7,41), las carencias de mano de obra (7,19) y reducir la imposición y las cotizaciones sociales (6,93). Otras demandas muy señaladas son la promoción de la digitalización y la I+D+i, y el aumento de la seguridad jurídica.
La mayoría de los indicadores de competitividad mejoran tanto para Aragón como para España, con una valoración para el segundo semestre más optimista que la del primero.
Todos los índices de la Comunidad Autónoma son mejores que los de España, destacando el aumento de las valoraciones de la situación global, los precios, la innovación y nuevas tecnologías; incluso el mercado laboral y capital humano, que, no obstante, continúa registrando el resultado menos favorable tanto en Aragón como para el conjunto nacional. Por el contrario, muestran mayor estabilidad la situación de las infraestructuras, la calidad institucional y las condiciones de vida, aunque manteniendo valores claramente por encima de los de España.
Los indicadores de la situación global, y más especialmente el de innovación y nuevas tecnologías, son los que muestran las valoraciones más elevadas y mayores perspectivas de mejora, muy posiblemente vinculadas al esperado impulso de las grandes inversiones tecnológicas anunciadas en la Comunidad Autónoma.
Por último, el indicador sintético de competitividad del segundo semestre ha aumentado hasta el 57,37 sobre 100, tras el descenso registrado en la encuesta anterior, manteniéndose por encima de 7 puntos el diferencial positivo del índice de Aragón respecto al de España.
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