Feliz año 2024 y muy feliz 2023
Guillermo Serrano. Diari de Tarragona
No, no me he equivocado con el título ya que tras un 2022 bochornoso para prácticamente todos los activos financieros (a excepción de alguna materia prima y activos alternativos tipo Bitcoin), el año que acabamos de cerrar nos ha devuelto la alegría a los inversores y de manera cuanto menos inesperada nos ha permitido recuperar las perdidas vistas el año anterior. Si bien el año 2022 sorprendió negativamente siendo uno de los peores en términos de rentabilidad en la historia de los mercados financieros, 2023 lo hace en manera totalmente contraria y sorprende muy positivamente cerrando la mayoría de los activos con fuertes revalorizaciones, incluso la renta fija lo ha hecho excepcionalmente (que durante años ha carecido de atractivo) y pese a ver visto continúas subidas de tipos de interés a lo largo del año.
Y es que en ninguna de las quinielas para 2023 se esperaba un año como el que hemos vivido. A principios del año pasado, las previsiones de los mayores bancos de inversión del mundo apuntaban tan solo a una ligera revalorización de las bolsas con subidas de digito simple; en muchos casos apuntaban a subidas del 3%-4%. Sin embargo, el mercado una vez más se muestra impredecible e implacable y nos demuestra lo importante que es mantenerse invertido. El año 2023 cierra con una subida de prácticamente un 25% en el caso del índice americano S&P500; muy por encima de la expectativa más optimista que manejaban los inversores quedándose a pocos puntos de los máximos históricos… y ocurre lo mismo en los principales índices bursátiles; la mayoría cierran el año muy por encima de las estimaciones. En renta fija ocurre algo similar, a mediados del ultimo trimestre, muchos apuntaban a que el movimiento en el año estaba prácticamente agotado y la realidad es que en los dos últimos meses ha sido un activo que ha brillado y ha generado gran parte de las ganancias del año en tan solo unas semanas.
Y con esto, el mercado nos vuelve a demostrar la importancia de mantenerse invertidos, de mantener una visión de largo plazo y sobre todo de no hacer ‘market timing’, es decir, entrar y salir de la bolsa según el comportamiento de los índices intentando capturar el mejor momento ya que en el caso de quedarse uno fuera de mercado puede perderse gran parte de la fiesta como la que ha sido este 2023. Obviamente hay que modular los riesgos en función de cada cartera y necesidades de cada inversor y la rotación de las carteras es clave para ir adaptándose a cada momento de mercado; pero una vez más, la liquidez no ha sido una buena alternativa y en especial en la ultima mitad del año donde muchos daban por terminado el año y esperaban tanto en bolsa como en renta fija una corrección.
Para este 2024, lo que podemos esperar de las bolsas es una incógnita y las previsiones, como ya hemos visto, seguramente no vuelvan a acertar. Lo que si parece claro es el escenario en el que vamos a jugar, un año con tipos altos y con previsión de bajadas, lo que sin duda alguna será un buen catalizador para el buen comportamiento de los mercados de renta variable y especialmente para los mercados de renta fija.
Guillermo Serrano. Ibercaja Gestión
Diari de Tarragona 14/01/2024
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