LA ECONOMÍA CHINA EN LA BÚSQUEDA DE UN NUEVO FUTURO

Esta semana ha tenido lugar el evento político anual más importante de China, en el que se dieron a conocer los planes para dirigir la 2ª mayor economía del mundo. El gobierno fijó un objetivo de crecimiento del 5% para 2024, que cada vez resulta más complicado de alcanzar. La crisis que arrastra el sector inmobiliario y también, el débil consumo privado, nos hacen ser escépticos. Sería necesario que se anunciasen grandes estímulos fiscales y no ha sido así, en parte por las preocupaciones por el aumento del déficit y la deuda pública.

Como medidas, el gobierno anunció los planes de emitir bonos especiales del Tesoro por 1 billón de yuanes para ayudar a financiar importantes proyectos estratégicos, mientras el aumento general de la expansión fiscal superará el 1% del PIB. La reestructuración de la deuda de los gobiernos locales continuará, pero no se ha anunciado ninguna solución a largo plazo. Además, no hay subsidios fiscales para impulsar el consumo, pero, sí se quiere anteponer el fomento de la creación de industrias modernas y la mejora de la tecnología y la educación a la expansión de la demanda interna, lo que tal vez indique que el gobierno hace más hincapié en el crecimiento a largo plazo y la transición estructural. Además, las políticas monetarias y crediticias serán en general favorables, pero no vemos una flexibilización agresiva.
Por tanto, medidas de futuro sí, pero no tan inmediatas como quizás esperaban los mercados.

Beatriz Catalán Corredor (bcatalan@gestionfondos.ibercaja.es).
Directora Inversiones, Ibercaja Gestión.