CHINA Y SU VUELTA NO DORADA
Miriam Fernández. Heraldo de Aragón.
La situación actual en los activos de riesgo es de confirmación de un aterrizaje suave, acompañado de política monetaria expansiva, lo cual dejaría el cielo despejado para una continuidad alcista en las bolsas. Sin embargo, la inflación vuelve a tomar protagonismo en la semana y, junto a la salud del mercado laboral estadounidense, dictará el ritmo cierto de bajadas de tipos. El último dato de inflación subyacente sorprendió al alza y la escalada de tensión geopolítica podría tener impacto en el precio del petróleo, más aún desde la base de una expectativa moderada por el consenso debido al incremento de capacidad.
Esta semana las expectativas de inflación (y los tipos de interés) han rebotado desde mínimos y el rally chino ha pinchado. Las autoridades chinas decepcionaron con la ausencia de medidas de estímulo adicional y falta de detalles en el paquete fiscal. Las medidas de política monetaria pusieron el cortafuegos en septiembre y ahora la política fiscal es necesaria para que el consenso eleve las previsiones de crecimiento del PIB. Los datos de la Semana Dorada de China han confirmado un escenario cauto de consumidor, con el gasto per capita todavía por debajo de niveles pre-pandemia.
Los próximos meses son cruciales desde el punto de vista macro. Si se confirma el bueno tono, la siguiente pata vendría de la recuperación de la manufactura. Entre tanto, se acercan las elecciones estadounidenses y, si bien la victoria de Trump se percibe como más disruptiva, lo cierto es que ninguno habla de reconciliación con China, por lo que las tarifas y barreras al comercio tendrían continuidad.
Miriam Fernández Jiménez. Ibercaja Gestión.
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