Ibercaja
OJO AVIZOR
Marta Pérez. Heraldo de Aragón.
Vuelve el temor, esta vez en Oriente Próximo, de un desastre de magnitud relevante tras el inicio de la guerra entre Israel y Hamás el pasado octubre. El ataque israelí a la embajada de Irán en Damasco, correspondido con el ataque iraní a suelo israelí de forma directa, nos dejó a todos en vilo.
Y es que, pese a que la ofensiva iraní tuvo pocas consecuencias (materiales y humanas) probablemente buscaba un resultado superior, sin sobrepasar un límite que podría iniciar una confrontación abierta entre ambos países.
En este contexto parecía “esperable”, por decir de alguna manera, que Israel respondiera. Y así resultó, lanzando un ataque “limitado” de represalia contra Irán.
De esta manera, el escenario más probable es que el ciclo de agresiones no haya terminado. Las dudas que surgen más bien son: ¿Cuándo se producirá? ¿Cuál es el objetivo? ¿Qué magnitud alcanzará? ¿Con qué apoyos contarán? El rol clave de los aliados, en concreto de EE.UU. (defensor de Israel, que ya tiene bastantes frentes abiertos) podría ser clave para evitar una guerra regional que pudiera acabar arrastrando a otros países, e incluso expandirse fuera de Oriente Próximo.
En definitiva, el riesgo geopolítico vuelve a ser actualidad. Y aunque la prudencia que muestran los inversores (así como la evolución de precio del petróleo) parecen indicar que el mercado descuenta que no habrá una escalada bélica de gran magnitud en la región, habrá que seguir… “ojo avizor”.
Marta Pérez Amigot
Analista experta. Ibercaja.
Y es que, pese a que la ofensiva iraní tuvo pocas consecuencias (materiales y humanas) probablemente buscaba un resultado superior, sin sobrepasar un límite que podría iniciar una confrontación abierta entre ambos países.
En este contexto parecía “esperable”, por decir de alguna manera, que Israel respondiera. Y así resultó, lanzando un ataque “limitado” de represalia contra Irán.
De esta manera, el escenario más probable es que el ciclo de agresiones no haya terminado. Las dudas que surgen más bien son: ¿Cuándo se producirá? ¿Cuál es el objetivo? ¿Qué magnitud alcanzará? ¿Con qué apoyos contarán? El rol clave de los aliados, en concreto de EE.UU. (defensor de Israel, que ya tiene bastantes frentes abiertos) podría ser clave para evitar una guerra regional que pudiera acabar arrastrando a otros países, e incluso expandirse fuera de Oriente Próximo.
En definitiva, el riesgo geopolítico vuelve a ser actualidad. Y aunque la prudencia que muestran los inversores (así como la evolución de precio del petróleo) parecen indicar que el mercado descuenta que no habrá una escalada bélica de gran magnitud en la región, habrá que seguir… “ojo avizor”.
Marta Pérez Amigot
Analista experta. Ibercaja.
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