Servicio de estudios: Colaboraciones
04-11-2024

SE ABREN LAS APUESTAS DE LAS ELECCIONES

María Sampériz. Diari de Tarragona

A medida que el país se prepara para las elecciones presidenciales de Estados Unidos, los mercados de apuestas han mostrado un giro significativo durante el último mes hacia una posible victoria de Donald Trump y una barrida republicana. Con menos de una semana para la jornada electoral, las probabilidades de que Trump gane han aumentado al 67%, mientras que las de una victoria arrasadora de los republicanos se sitúan en el 47%.

Los mercados de apuestas han sido históricamente una herramienta utilizada para predecir resultados electorales, pero su precisión no es infalible. En 2016, PredictIt asignó una probabilidad del 81% a una victoria de Hillary Clinton, solo para ver cómo Trump se alzaba con la presidencia. En las elecciones de 2020, los mercados de apuestas predijeron correctamente una victoria de Joe Biden, aunque la noche de las elecciones las probabilidades se inclinaron erróneamente hacia Trump. Estos ejemplos ilustran la volatilidad y la incertidumbre inherentes a las predicciones basadas en mercados de apuestas.

El riesgo asimétrico es una consideración clave en este contexto. Los mercados de activos ya han estado incorporando la posibilidad de un triunfo de Trump en los precios, lo que podría limitar las reacciones adicionales si se materializa una victoria republicana. En contraste, si los mercados de apuestas se equivocan y la elección es muy disputada o si Kamala Harris gana, es probable que se produzca una importante corrección en algunas operaciones.

Las políticas económicas esperadas bajo una presidencia de Trump incluyen recortes de impuestos junto con aranceles, lo que podría llevar a un mayor déficit y un impulso inflacionario significativo. Por otro lado, una presidencia de Harris se asociaría con políticas más redistributivas, recortes de impuestos para consumidores de clase baja y media, y posibles aumentos en los impuestos corporativos y de ingresos más altos. Aunque también se espera un aumento del déficit, sería menor que con Trump, y sin aranceles, el riesgo inflacionario sería menor.

Un Congreso dividido podría llevar a resultados más modestos, con una presidencia de Harris más cercana al statu quo. En este escenario, se esperaría un estímulo fiscal modesto con ambos candidatos.

Las operaciones en los mercados ya están reflejando el aumento de las probabilidades de Trump. Las acciones han superado a los bonos, el dólar se ha apreciado y las compañías cíclicas han liderado las subidas. Sectorialmente, los bancos estadounidenses parecen estar más correlacionados con las probabilidades de victoria de Trump, mientras que las compañías de renovables y de sanidad se visualizan como las más perjudicadas.

A pesar de la posible volatilidad que las elecciones pueden añadir en las próximas semanas, es razonable esperar que un congreso dividido llevaría a una normalización en el medio plazo. En este escenario, los beneficios de las compañías, los tipos de interés y los datos macroeconómicos volverían a ser los principales factores que guían los mercados bursátiles. La historia ha demostrado que, a pesar de los altibajos políticos, la economía y los mercados tienen una tendencia natural a estabilizarse y seguir su curso en el largo plazo.
María Sampériz. Gestora de Fondos de Inversión y Analista Cuantitativo de Ibercaja Gestión.

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