¿MOLINOS O GIGANTES?
María José Martínez. Diari Tarragona
Uno de los episodios del Quijote más traídos a nuestro día a día, al menos en mi caso, es aquel en el que el caballero y su leal Sancho conversan sobre la visión distinta que ambos divisan en el horizonte. Tras mis años de experiencia, varios son los momentos en los que me ha venido dicha situación a la cabeza cuando me pregunto muchas veces si aquello que está en boca de todos como nueva quimera inversora se tratará de una moda (pasajera) o de una tendencia que nos acompañará durante muchos años.
Continuando con episodios, recuerdo el título de una película que, aunque no la he llegado a ver, refleja uno de los sesgos de los que más “sufre” el inversor: “Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto”. Dicho sesgo es el de supervivencia, y éste viene a reflejar el hecho de que sólo recordamos aquellos casos de éxito, no a los que se quedaron en el camino. Los más experimentados lectores recordarán un buscador llamado Yahoo, coincidente en el tiempo con un incipiente Google o incluso con una plataforma similar llamada Ebay. Sobra decir que hoy en día, a toro pasado, se ve claro que la inversión correcta hubiera sido y es Google pero a finales de los 90 dudo que fuera tan obvio.
Tan solo en la última década podría enumerar diversas temáticas que iban a ser disruptivas, desde las baterías de los coches eléctricos (pasando cómo no por el litio de las mismas o el sodio que es lo último que acabo de leer) a todo lo vinculado con el mundo nuclear, más en concreto los SMR (en inglés Reactores Modulares de Pequeño tamaño).
Los líderes de mercado siempre tienen alguien acechando a su alrededor: lógicamente nadie quiere entrar en negocios a la deriva. Podemos pensar en las marcas de ropa deportiva, Nike y Adidas como número uno y dos, se han visto amenazadas por Under Armour en su día y ahora por Hoka u On. En las tecnológicas el ruido aún es mayor, tras el Covid aparecieron las “SMART” que iban a sustituir a las FAANG que encumbraron a gestores como Katie Wood con su famoso ETF ARK o un poco más tarde tocó el turno del metaverso; alguno pensará que si ahora lo es el de la Inteligencia Artificial…
El mundo empresarial y con ello el de la inversión indiscutiblemente es un ente vivo y por lo tanto en constante cambio. Refleja las ambiciones del ser humano y una de ellas es la de mejora continua. Surgirán nuevas tendencias / inversiones en las que multiplicar por 10 el dinero invertido en ellas, pero también lo harán otras que se quedarán por el camino y lo peor de todo es que para cuando la mayoría de ellas lleguen a nuestros oídos ya habrán vivido la revalorización más vertiginosa. Cada inversor tiene que elegir su propio camino (como en los libros de “elige tu aventura”) simplemente a veces hay que recordar que no siempre el más rápido es el más corto o el más seguro como, casualmente, nos recuerda… Google Maps.
María José Martínez Blázquez
Gestora de Inversiones de Banca Privada de Ibercaja
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